Rosario & Tom – Boda en Aldea de Sestelo.
Hoy os traemos un reportaje muy especial, el de la boda de Rosario y Tom, una pareja afincada en Santiago de Compostela que decidieron confiar en nosotros para cubrir este día tan especial en la Aldea de Sestelo.
Conocí a Rosario y a Tom hace ya algunos meses a través de un buen amigo, el feeling fue inmediato.
El día de la boda amaneció lluvioso, como toda la semana anterior, el temor a no poder celebrar la ceremonia civil en los exteriores de la Aldea de Sestelo era evidente; por suerte, la típica climatología lluviosa de Santiago nos dio una tregua y todo pudo discurrir según lo esperado.
Durante los preparativos, mientras los novios se vestían para el enlace (en casas distintas), pudimos captar esos momentos tan especiales donde afloran una mezcla de sentimientos y emociones difíciles de encontrar durante el resto del día. Siempre arropados por familia y amigos, tanto Rosario como Tom no podían estar mejor atendidos, especialmente por Suso, hermano de Rosario y padrino de la boda, quien se mantuvo alerta en todo momento para solucionar las necesidades de ambos.
En el momento de la ceremonia, oficiada por un amigo de la pareja, las emociones no pararon de brotar a cada momento, propiciadas por las palabras de los amigos más allegados y las dos piezas interpretadas a violín por una de las sobrinas de Tom, que consiguió hacer brotar las lágrimas de gran parte de los asistentes y, casi, de un servidor.
En los momentos posteriores a la ceremonia, después del aluvión de abrazos, besos y felicitaciones, llevamos a la pareja a un parque cercano para hacer un breve reportaje, el primero como marido y mujer. En todo momento mostraron una actitud colaboradora que favoreció el resultado del mismo.
De vuelta a la aldea de Sestelo era el momento para las fotos de grupo, donde los protagonistas del día se retrataron con familiares y amigos.
Ya de noche, después del banquete y de los fuegos artificiales, tuvo lugar un concierto de una banda de rock de un amigo de Tom, Mitch, llamada Moonshine Train que, gracias a sus poderosa voz, se encargó de preparar el terreno para la fiesta posterior, inaugurada, como no podía ser de otra forma, por el vals nupcial.
Sin duda esta fue una de las bodas más especiales que tuvimos el placer de fotografiar, mil gracias Rosario y Tom por confiarnos este día tan bonito.


























